Eugenia Lemos y Alejandra Fosalba presentan su propia colección de vestuario en nueva temporada de exitosa miniserie

● Gracias a la impresión textil digital las actrices pudieron concretar una idea añorada por meses. Con la sublimación “hoy es el momento de cumplir lo que sueñas”, aseguran.

Eugenia Lemos y Alejandra Fosalba tienen más de una característica en común. Ambas son actrices, desde pequeñas tienen fascinación por la moda y son las mentes creativas tras la primera web serie “devota de la moda” realizada en Chile: Malena y Sofía. Fashionistas, pero nunca tanto, próxima a estrenar su tercera temporada.

Tras dos entregas exitosas, las creadoras y protagonistas en esta producción audiovisual, decidieron una nueva edición que, desde el 23 de julio, mostrará en Instagram y el canal de YouTube del mismo nombre de la serie, el avance de estas empoderadas mujeres en su carrera de diseñadoras. ¿Cómo? Desarrollando una colección propia que, en la vida real, fue posible producir en tiempo récord gracias a la técnica de sublimación.

Durante el 2022, “al terminar de grabar la primera temporada después de veinte días en Nueva York, estábamos en el aeropuerto, destruidas, esperando la maleta y dijimos: sería genial que estas personajes evolucionaran y tuvieran su colección de ropa”, recuerda Alejandra Fosalba. “Pero lo primero que pensamos fue ¿de dónde vamos a sacar telas? ¿y el color? Yo me imaginaba yendo a buscarlas a Independencia. Además ¿como haríamos una colección para una serie? Concluimos que había cero posibilidad”, desclasifica la actriz chilena.

Así es que archivaron la idea. Sin embargo, para materializar la tercera temporada Eugenia Lemos consiguió el apoyo de Epson y Novatex, empresas especializadas en la sublimación de telas. En tres semanas diseñaron, imprimieron las prendas y confeccionaron en la vida real una colección de ropa sublimada para concretar en la ficción el sueño de Malena y Sofía.

Para Eugenia, quien desde hace años utiliza esta técnica para diseñar sus propios outfits, “la sublimación es magia, porque las ideas que tienes puedes llevarlas a la realidad. Yo siempre experimenté mucho con el color en la moda y antes, lo que me pasaba con mis diseñadoras, era que debía comprar una tela y hacer tipo patchwork, porque muchas veces una se imagina cosas, tienes un boceto hermoso, pero el problema aparece cuando lo quieres llevar a la realidad. Siempre hay una traba gigante que son las telas y, específicamente, los colores que estás buscando”, explica.

En cambio con la sublimación el conflicto desaparece, pues al ser una técnica de impresión textil digital ofrece a los diseñadores la posibilidad de crear y producir lo que siempre soñaron desde cero. Ello permite a los artistas de la moda crear sin límites y de manera ultra personalizada. De hecho, la colección que veremos de Malena y Sofía incorpora vestuario con colores flúor diseñados en 3D.

“La sublimación es un viaje de ida, no volvés más, porque primero no hay mínimo, si querés imprimir un metro, imprimís un metro. Es super ecofriendly en el hecho que no tenés que pedir grandes cantidades de tela que luego se conviertan en basura porque imprimís lo que necesitás. Y por otro lado, lo que me parece soñado es tener la tecnología de tintas flúor que ofrece Epson. Nosotras hicimos toda la colección con ellas y en el día eso genera luminosidad en los colores”, comenta entusiasmada Lemos.

A partir de esta experiencia, Alejandra asegura que les encantaría ir más allá, viendo los grandes beneficios que tiene la sublimación. Garantías que no sólo están disponibles para ellas sino para toda la industria de la moda. “Imagínate poder diseñar la tela que tú quieres, con los colores que tú quieres”, enfatiza la actriz nacional.

Por ello, ambas se apresuran en recomendarle a los diseñadores emergentes que exploren cursos de gráfica o estampados para minimizar tiempos de producción y consolidar aquello que anhelan por medio de la impresión. “Hay algo en común en nuestra serie, nosotras y la sublimación de telas y es que nunca es tarde para cumplir los sueños. Yo jamás pensé que podría hacer mi propia colección de ropa y menos hacerlo con mis propias telas. Seguro es un sueño de muchos diseñadores que se han imaginado telas que no pueden conseguir, pero ahora sí es el momento”, concluye Alejandra Fosalba.