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Cáncer Ginecológico y Cáncer de Mama

Cáncer Ginecológico y Cáncer de Mama

Prevención y Telemedicina:

En Chile, el año 2020 hubo más de 1.500 mujeres con cáncer de cuello uterino y 800 murieron por esta causa. En el mismo período, a 5.800 se les detectó cáncer de mama y fallecieron 1.600.

Casi todos los casos de cáncer de cuello uterino están vinculados a una infección por el Virus de Papiloma Humano (VPH). Aquellas mujeres que viven en zonas remotas con poco acceso a la salud, corren más riesgo de estar desarrollando un cáncer ginecológico sin enterarse.

Santiago de Chile, octubre de 2022.- A nivel mundial, la OMS indica que el año 2020 a 604 mil mujeres se les detectó cáncer de cuello uterino y 342 mil murieron por esta causa y 7.8 millones fueron diagnosticadas con cáncer de mama y fallecieron 685 mil. En Chile hubo más de 1.500 con cáncer de cuello uterino y 800 murieron por esta causa, mientras que hubo 5.800 con cáncer de mama y 1.600 decesos.

Proporcionalmente, hubo más fallecimientos por nuevos casos anuales de cáncer de cuello uterino que por cáncer de mama.

El cáncer ginecológico es aquel que afecta directamente el aparato genital femenino, que consta de varias partes anatómicas, siendo el de cuello uterino el más frecuente. Los cánceres de cuello uterino, de vagina y de vulva son causados por el virus de papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual muy habitual. Si no es detectado a tiempo, el cáncer ginecológico puede transformarse en una tragedia que perjudica tanto a la mujer como a su familia.

“Es importante que las nuevas generaciones tomen el peso de lo que puede significar un cáncer al cuello uterino, ya que si no se advierte y trata a tiempo puede provocar la muerte de una persona. Este tipo de tumores son visible tempranamente, por lo que el diagnóstico puede ser favorable a diferencia de otros, como el cáncer a los ovarios, que se caracteriza por ser difícil de detectar y muy letal, así como también el que afecta al endometrio y que tampoco se hace notar hasta cuando ya es demasiado tarde para tratarlo”, explica el doctor Raúl Cartes, especialista en oncología Clínica Radio Nuclear.

En los ochenta el cáncer de cuello uterino era más frecuente y mortal. Hoy ocupa el séptimo lugar de mortalidad en Chile, gracias a las políticas de salud pública implementadas, llevándolo a ser el único que tiene pruebas de detección que es el conocido Papanicolau. La incorporación de este examen fue sin duda un paso importante para disminuir la mortalidad, ya que permite determinar si las células se ven normales o no y en este último caso se puede fijar un tratamiento para evitar que el cáncer progrese.

Hoy el avance en la lucha contra esta enfermedad se está dando a través de la tecnología, “la telemedicina está jugando un papel crucial en la línea de la prevención, que puede ser clave para salvar la vida de muchas mujeres. A través de este tipo de herramientas se permite acercar y aplicar un plan de educación y de seguimiento a aquellas mujeres que puedan desarrollar un cáncer al cuello uterino, por ejemplo”, agrega el doctor Sergio Hott, Director Médico de Atrys Chile.

En una teleconsulta, los pacientes tienen la posibilidad de indicar con claridad los síntomas o problemas que puedan estar sufriendo. Atrys Chile, por ejemplo, generó cartillas que la mujer puede rellenar. De esta manera, se obtiene el feedback de manera instantánea y cualquier persona, en la medida que tenga conexión a internet, puede seguir las indicaciones dadas por el médico especialista a muchos kilómetros de distancia.

Por otra parte, “es necesario que haya un cambio de mentalidad tanto en los padres como en los profesores para que se tome consciencia a la menor edad posible y desarrollar un plan preventivo con vacunas, utilizar telemedicina para educando a distancia favoreciendo la prevención y el control precoz frente a cualquier duda clínica”, afirma el doctor Hott. La vacunación contra el VPH, que se incorporó al Programa Nacional de Inmunización en 2014, protege contra los tipos de VPH que generalmente causan estos cánceres. Esta se recomienda para los preadolescentes de 11 a 12 años, pero se puede comenzar desde los 9.

Que se enteren tus amigos!

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